Perú: Tesoros
por descubrir
Por: José Alva
Salinas
En las páginas dejadas a la historia por los cronistas
españoles, se relata que en el año en
1532 el inca Atahualpa, hijo del sol y monarca del Tawantinsuyo, un territorio que actualmente abarcaría
cuatro naciones sudamericanas, recibió la noticia de la llegada de Francisco
Pizarro, mientras se daba un cálido y purificante
baño en las transparentes aguas de los
manantiales termales de Cunoc, que
emanaban en las cercanías de la población de Caxamarca, en la sierra norte del actual
Perú.
Este es quizá uno de los primeros registros acerca del uso real,
purificador y ritual que tenían las fuentes termales en el antiguo Perú y que
los cronistas dan a conocer en sus escritos legados a la historia.
Ello nos permite afirmar que, cuatrocientos ochenta años más tarde, en el Perú existe una cultura termal enraizada
en sus comunidades y poblaciones a todo lo largo de su territorio. La evidencia es inocultable: con más de 500
fuentes termales y 228 que están siendo estudiadas e inventariadas para beneficio de sus poblaciones.
Sin duda, el escenario es optimista para convertir al Perú
en una potencia termal en la región.
Pero hace algunos
años, la visión era distinta. Según John Herdin, presidente de la Asociación Peruana
de Termalismo y delegado de Termatalia en el Perú, el terrorismo afectó a todos
los segmentos de la sociedad, incluido los de servicios, que sufrieron la
perdida de dos décadas por este problema.
Antes de ello, en los años 50 y 60, había interesantes
propuestas para desarrollar el termalismo, pero la situación de terror desatada
en los años 80 retrasó el desarrollo del termalismo y el turismo termal en
todos sus aspectos.
“Afortunadamente
desde los años noventa, apaciguado el terrorismo, surgen nuevos y diversos actores,
como hoteles, servicios de spas, servicios
de salud con aguas termales, y spas urbanos como negocios que están intentando
de desarrollar la parte de turismo y salud” sostiene.
Herdin señala que las aguas termales se han usado por las personas
locales como parte de sus tradiciones y forma de vida, social y familiar que continúan hoy en día. Pero son usos propios de una región y una
población que son poco vendibles al turismo receptivo, o cualquier otro tipo de
turismo. “El uso que nos interesa, es el
valor agregado, físico o intangible, que podemos crearle para estos recursos
naturales, pues es lo que realmente puede desarrollar a la sociedad y su
economía, y eso es lo que entendemos como termalismo”.
El Perú cuenta con más recursos termales que otros países en Sudamérica , recursos de
aguas que son muy valiosas, por ello el
INGENMET ha realizado un programa de investigación y Promperú y Mincetur se han
encargado de promocionar y realizar las guías de estas fuentes , además de
programas de inversión. “Todos estamos haciendo un esfuerzo conjunto para
proyectarlas hacia el exterior” dice
Herdin.
Es decir, el termalismo es una actividad que se desarrolla
en las zonas donde se encuentran estas fuentes,
lo que permite generar riqueza y desarrollo con inclusión social,
con diversas aristas y actores que la
hacen muy atractiva para los inversionistas.
Perú bajo el volcán
La naturaleza es generosa con el Perú pues el Instituto Geológico
Minero y Metalúrgico (INGEMMET), identificó 537 fuentes termales, distribuidas a todo lo
largo y ancho del país, pero en mayor número en la zona andina, donde ha través
de millones de años se han conformado ambientes geológicos propicios y con una importante
actividad volcánica en diversas regiones, especialmente en la zona sur del
Perú.
Asimismo, las lluvias y las aguas provenientes de los innumerables
ríos que surcan su territorio permiten recargar, a través del delicado
mecanismo natural, estas fuentes
termales con inigualables propiedades físico químicas y mantenerlas activas.
También debemos señalar que casi la totalidad de las fuentes
termales se encuentran ubicadas sobre los 2,000 metros sobre el nivel del mar,
en la cordillera andina, y sólo 17 de más de 500 fuentes inventariadas a nivel
nacional, están ubicadas por debajo de estas alturas.
En cuanto a su uso el INGEMMET determinó que el principal
uso de las fuentes termales es el balneario y turístico y en segundo lugar la
producción de bebidas.
Igualmente, el Ministerio de Comercio Exterior y Turismo (MINCETUR),
desde el año 1998 y a través de
Dirección Nacional de Desarrollo Turístico, ha venido realizando un inventario
de las fuentes de agua minero medicinal
en el ámbito nacional, con el propósito de conocer la situación actual del
recurso y sus posibilidades de convertirse en un producto turístico.
En este mapeo se registraron fuentes termales en las regiones
norteñas de Tumbes, Amazonas, Cajamarca
y La Libertad; la zona centro con Ancash, Pasco, Junín, Huánuco y Lima;
y la zona sur con Arequipa, Cusco, Huancavelica, Puno, Tacna y Moquegua.
Se llegaron a inventariar
228 fuentes en las 15 regiones, las mismas que corresponden
exclusivamente a las clasificadas como termales.
Estas mismas investigaciones y cruce de información
determinaron que de estas 228 fuentes
termales inventariadas, sólo 22 de
ellas, es decir el 10% se encuentran concesionadas. De estas, 13 se encuentran
en Lima; 2 en Ancash, Arequipa y
Cajamarca; y Tacna, Pasco y La Libertad cuentan con una.
Es decir, mucha agua corre y aun no sabemos que hacer con
ellas y como aprovechar su enorme potencial.
Donde nacen las aguas
Entre las fuentes termales más conocidas en el Perú podemos
nombrar a Los Perolitos de Baños del Inca en Cajamarca, Yura y Aguas de Jesús
en Arequipa; Monterrey, Chancos y Chapín
en Ancash; Aguas Calientes en Cusco; Churín, Chiuchín, Picoy, Chilca y San Mateo en
Lima; Cachicadán en La Libertad y Baños
de Cconoc en Apurímac.
Si las autoridades ponen manos a la obra, conjuntamente con los empresarios e inversionistas, se puede quintuplicar esta oferta y rebasar topes como los de Baños del Inca, que recibe anualmente más de medio millón de visitantes.
Termatalia Perú
En el escenario mundial del turismo, que en la última década el Perú se ha posicionado gracias sus
incontables atractivos históricos, arqueológicos y naturales, no podía faltar
una actividad que permitiría difundir la potencialidad termal del Perú: Termatalia
Perú, que se desarrollará los días 27 y 28 de septiembre en las instalaciones
de la Fortaleza de Real Felipe en el Callao.
Jonh Herdin cree que
una de las iniciativas por potenciar el termalismo en el Perú es justamente la Feria
Internacional de Turismo Termal –Termatalia- , que es la mayor feria a nivel mundial sobre termalismo,
caracterizada por ser la única cita que sirve de puente de conexión entre el
termalismo europeo y el latinoamericano, en la cual se podrán aprovechar alianzas, tendencias
y experiencias a nivel mundial además de exponer proyectos privados y
públicos.
“No cabe duda que existen posibilidades de que el Perú pueda
convertirse en un hub termal a nivel sudamericano. Está tomando fuerza y
concitando el interés de los empresarios, inversionistas y el Estado para hacer
del termalismo una palanca de desarrollo y de inclusión social” enfatiza.
Por su parte el español Alejandro Rubin, gerente general de
Termatalia ha señalado que realizar esta
feria es ubicar al Perú en el centro del
termalismo a nivel mundial, pues se tendrá la presencia de veinte países, la
comunidad europea, tour operadores, científicos, líderes de opinión, empresarios y fabricantes de equipos, además
de fomentar el contacto de las
municipalidades con y empresarios nacionales y extranjeros.
Señala además que el Perú tiene la suerte de contar ese
recurso termal. Es por eso que Termatalia quiere convertirse en el elemento
movilizador, de animar para que se puedan salvar las múltiples dificultades que
siempre se encuentran cuando se quiere poner en valor un recurso, como el agua
minero medicinal.
“Hemos presentado Termatalia Perú en muchos foros, Berlín
Lisboa, Europa, Letonia, Argentina, y en todos estos sitios está despertando el
interés de que se puede desarrollar aquí una gran posibilidad termal” dice
Rubín.
Termatalia ha sido testigo del interés mostrado por diversos
actores peruanos, recibiendo en las últimas cinco ediciones internacionales a delegaciones importantes de alcaldes y autoridades
regionales. En el año 2011 la feria contó con la participación de diez
municipios peruanos con aguas termales que mostraron interés por el desarrollo
de esta actividad.
Podemos decir entonces que el Perú cuenta con una
oportunidad de oro para posicionarse como un increíble país que en la
actualidad cuenta con atractivos naturales, culturales, arqueológicos e
históricos y al que se puede sumar el termalismo en todas sus facetas. Solo hay
que agitar las aguas.